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Cuando salga la Luna

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 Cuando salga la luna Cuando salga la Luna... se refugiará en sus labios el Sol y le susurrará; al calor de una balada; que la vida es huérfana de alma; que desafía sentimientos; que abraza y estremece inquietudes. Le dirá: que todo es una historia contada; que no hay miedos ni valientes; que todo pasa, sucede y vuelve como eco de voces al abismo. ...Ella, superficialmente ignorante; fingida bohemia y entregada al viento, se dejará caer como pompas de jabón voladas en alas de cristal inconsistente. Todo será... como siempre, un destello de luz, un fogonazo de ilusión... apagado otra vez; y se enrocará, con el día, en brazos del Sol; y en su mundo irreal dirá... que fue ayer; que agradable es recordar; que el poso de la aventura permanece; aunque, previsiblemente, cambiará el argumento siendo hipotética la excusa del recuerdo. Escéptica; pero impregnada de aromas, de añoranzas que viajan en nostalgia viva, embebida de ausencias; que no de

Qué tiene la luna, luna

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 Qué tiene la luna Tiene la Luna en la boca besos de miel, y en los labios: sed de besar... hielo y fuego, pasiones, sonrisas y llantos. ¿Qué tiene la Luna , Luna; qué tiene que hechiza tanto? De sus ojos callados, destellos grises, amarillos y blancos; blancos por amores fingidos; amarillos por enamorados; ¿grises...? ...Por imposibles y amargos. ¿Qué tiene la Luna, Luna; qué tiene que hechiza tanto? Fuente su boca de plata; fuente de besos robados: frágiles por Luna nueva, si fuera llena... entregados. ¿Qué tiene la Luna, Luna; qué tiene que hechiza tanto? Delicada doncella de noche; compañera del Sol en su ocaso; ...él, vestido de rojo, ...ella, de grises y blancos. ¿Qué tiene la Luna, Luna; qué tiene que hechiza tanto? Testigo de amores y juegos... pasiones y desencantos; antorcha de estrellas rebeldes que la acompañan bailando. ¿Qué tiene la Luna, Luna; qué tiene que hechiza tanto?

Noche

Noche Acecha la Luna en el poniente mientras queda, jadea la aurora, y entre visillos, la noche adora quieta, la sombra del día siguiente. Canta el grillo entre notas de piano erguido en su altivez cantora insistiendo en estribillo cotidiano a las doce de cualquier noche, es su hora. En competición la tímida cigarra imprime a su voz, brillo y arrastra su canto entre la siembra sisándole con tino, grano al trillo. Amanece entre llanto de rocío, tibio el Sol, la luna mece, enmudece el grillo y la chicharra y por silencio, la noche, desaparece.