Silencio
Silencio (soneto) Cuando por ayer no fuera tarde, a pasear salió de madrugada embozado con arrojo, sin alarde, envainando la lengua como espada. Palabra que en boca húmeda , fría, apresada en el aliento sofocado, sólo en propia convicción, saldría, si su dueño estuviera equivocado. Pausado caminar por los senderos que recorre en hermetismo diligente, sorteando la imprudencia de voceros. Magistral su arrogancia, por prudente, le evita caminar por derroteros que empañen su conducta inteligente.