poesialviento-nitomarco

 Danza de charcos Delicada y apacible corretea la lluvia en gracioso baile sin importarle que el suelo, en gesto galante, la acune para volarla... mientras los paraguas bailan  al compás de cinturas prendidas; besos robados; miradas que hablan sinceras, desnudas; paseando descalzas; abrazando el tiempo... y callan. Ilusiones y calma; sonrisas cómplices que; entre beso y beso; recorren a su antojo labios impregnados de magia y silencio, húmedas caricias, y deseos compartidos deteniendo el tiempo... ¡Qué importa la espalda mojada! ¡Qué importan los pasos inciertos! ¡Qué importa el suelo encharcado mientras el agua baila!

Título: Coqueteo de lluvia Al aire fragancias de ozono dando la tierra por mojada llora el cielo en estocada entre tonos ácidos de plomo. Pasea su aliento entre cristales silencio de humedad en caracola ráfaga de espuma en cresta de ola oreando entre nubes delantales. Gráciles briznas de lluvia son lágrimas de enamorada que mezclan su gracia salada cuando por llover diluvia. Huérfana en su caminar entre reflejos dorados acaricia sus pies cansados sin dejarse apadrinar. Entre sonrisas y gestos las nubes se regodean y con picardía menean aguaceros en sus cestos. Tibios rayos de sol, secan el sudor descalzo de la calle dejando al descubierto el talle de los charcos que la cercan. Lenta y pausada en el paso a lomo de su yegua torda cuando la brisa no estorba incita a quien le hace caso. Jilgueros la besuquean en su despertar airoso y sin robarle reposo la animan y zarandean. Y adormilada en su lecho ya las nubes relajadas