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Destino

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 Destino Caminos que se mimetizan en el horizonte, emboscando nieblas encumbradas en silbidos del aire, descalzos al paso de sentimientos asidos al alma, para en abrazo de fuego amordazar, sin desdén, el destino imprevisible que al acecho, salta desafiante... A veces, caminos cruzados cambian su paso haciendo zigzag, como tejiendo enredos a cada zancada y, trabando palabras a hilván de lengua en malabares del pensamiento, vencer el ocaso de razones dormidas.

Silencio, palabras

Silencio, palabras Palabras que hielan el aire, que en la garganta amargan, que en la lengua se mecen, que en la boca cuajan, que en el empeño caminan, que en la intención vagan, que en el pensamiento nacen, que en el sentir duermen, que huelen a verdad y lloran, que ríen cuando andan, que se esconden en la sierra de la sinuosa garganta, que aprietan las entrañas, que nadan en emociones, que corren y se escapan, que miran su destino y sin querer lo abrazan y lo acunan en sus brazos lo duermen, lo descansan. Palabras que se confunden, que fluyen atropelladas, que se cansan sin hablar, que reman adormiladas, que viven y avivan su fuego que lo bailan y lo apagan, que consienten el vagar y fluir, por sus entrañas, torrentes de miel con hiel helada en las mañanas como gotas de rocío como sudor del alba como sangre sin aliento, pero sinceras, ...calladas. Palabras al viento, lozanas, que en gestos se visten que en mirad

Vino entre tonos

Vino entre tonos Vivo, el vino en la cepa, se acicalan, en bodega, las añadas, y las madres, en sus aromas bañadas ponen su guardia al acecho para emparejar de hecho la solera, con las uvas desgranadas. Abre, en primavera, abriles pregonándose en el viento, y acomodado en las vides entre graciosos sarmientos manda remozar el lagar para hospedar sus argumentos. Caldos que serán, sin secreto, dueños de versos y estrofas saciados de fantasía entre faldas, cantados con duende entre coplas, y entre azufres y candiles harán al tímido, ladino, a los soberbios, serviles, y de sus prosas, glosas. ¿Qué tendrá el vino...?, por cierto, que convierte en desfile de lujo caldos salidos de orujo y una guitarra en concierto. Lucirá como en desfile sus brillantes y ácidos tonos tintos sangre, y rubios oro, que en boca dirán: dilé al paladar más preciado que acaricie su cuerpo primero y sólo así, después..., besado. Después de tanto placer

Desvelos de noche

Desvelos de noche Noche de vela y desvelos corre como agua de rió con ofuscada obediencia y cruza con insistencia miradas con el destino. Sin querer hacer reproches contrarios al pensamiento, quiere que afloren virtudes que dejan al descubierto intenciones y actitudes del alma y su sentimiento. Ni entendimientos taimados, ni ligerezas cohibidas, ni fuegos apagados de causas perdidas que entre pasillos oscuros, juega desapercibida, rozándose con los muros de adivinanzas prohibidas. Intención en la lealtad puso la noche en razón, condición sin conclusión para volver a empezar lo que se quiso zanjar ignorando precaución, para callar por decir lo que sin decir, calló. Palabra y mente, rivales, en noche de plenilunio, juntas no pueden estar, pero aun en distinto suelo por sufrir de desconsuelo, siempre se quieren hablar. Y para evitar verguenza cuando se baten en duelo se cubren con un sombrero que da aire de grandez

Danza de primavera

Danza de primavera Lágrimas de rocío sobre pétalos de seda de tulipanes dorados, granates, malvas y rosados, entre graciosas y prestas adornan la figura, enhiesta, de la primavera que flora a la orillita del río. Despojado ya del frío y adornado con jazmines, rosas, lilas y azucenas baila el sol su primavera a la orillita del río. Danza de fiesta y pasiones de romances y amoríos envuelve con sus misterios historias de amor, hechizos, poemas de enamorados, de enamorados dormidos entre sábanas de seda a la orillita del río. Flor de jara exuberante, que como sin querer ser, fuera, agitanada rociera, dulce , sensual, radiante, y entre volantes plisados da a su cintura brío, linda entre bellas, bailando a la orillita del río. No es el azar ni el destino sino el amor quien confiesa ser cautivo de su trino y su porte de princesa. Princesa que entre las flores mientras riza sus estambres, va cuajando ramilletes como qui