Vanidad

 Vanidad

Que vaya orillita arriba
una vez y la siguiente
amancebada corriente,
porque entre andar o correr,
al aire de buen hacer
silenciarse es más prudente.




Que vaya orillita abajo
crecida, desnuda, sola,
cobijándose en la brisa
haciendo tarde, no prisa,
para encontrar el atajo
que tomara en otra hora.
¡Déjala ir si lo quiere!
¡Que la destierren los celos!
¡Que llore con rabia sus miedos...!
¡Que se confunda en la bruma!
Que el aliento de la espuma
descubra el daño que hiere.
Vuela que te vuela y vuele
infame desconfiada; traviesa;
cínica, puritana confesa;
adalid de miserias, altiva;
desafiante al destino, furtiva;
azufre candente aunque hiele.

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