Desamores

 Desamores

En el regazo del viento
se mecen los desamores,
doliéndose en los adentros,
volando en tirabuzones.
El eco de las pasiones
deja runrún en la boca
y al diluirse provoca
hieles y confusiones.
Hiere, al cerezo florido,
la helada, tarda y traviesa;
al amor anochecido
hielo y dolor lo atraviesa.
Abatida queda el alma
sola en su desconsuelo,
nadie ni nada le calma
el dolor de su desvelo.
El desamor es mordaz
como guadaña afilada,
no ha acabado de segar
y, ya, la siembra está echada.
Llama callada en la vela,
amor que se ahoga en la boca
fugaz con la lengua toca,
el desamor que lo vuela.
Ya, en las corrientes del tiempo,
mecidos los desamores,
se dejan volar al viento,
tiempos y tirabuzones.

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